- No hace mucho tiempo, la única manera que teníamos para poder obtener un producto o servicio era acercarnos a un local o, a lo sumo, llamar por teléfono a la empresa o persona que lo ofrecía.
- Sin embargo, la revolución que significó internet en nuestro día a día hizo que las comercio electrónico (o eCommerce) esté al alcance de todos.
No hace mucho tiempo, la única manera que teníamos para poder obtener un producto o servicio era acercarnos a un local o, a lo sumo, llamar por teléfono a la empresa o persona que lo ofrecía. Sin embargo, la revolución que significó internet en nuestro día a día hizo que las comercio electrónico (o eCommerce) esté al alcance de todos. Y así como alguien puede sentarse en la comodidad de su sillón y jugar una partida de ruleta online, las opciones para comprar algo por internet son casi ilimitadas.
Hoy en día, la utilización del eCommerce es una de las estrategias más importantes a la hora de diseñar un plan para un negocio pequeño o mediano. Esto se debe a que un sitio web o una plataforma virtual es un espacio ideal para poder ofrecer un producto sin la necesidad de contar con el espacio que requiere un local físico. De esta manera, un emprendedor o una pequeña empresa puede abrir el mercado de manera local, regional o incluso internacional, ya que Internet no suele tener grandes restricciones en otros lugares del mundo. Esto significa que plataformas locales (como Mercado Libre o Tienda Nube) o extranjeras (como eBay o Shopify) son el punto de inicio para que una persona se encuentre con determinado producto.
¿Pero cuáles son las maneras que mejor se adaptan a una empresa o persona?
Eso depende del tipo de comercio que se esté haciendo. En la actualidad, los más comunes son:
Empresa a empresa (Business to Business, o B2B)
En esta caso se trata de empresas cuyos clientes son organizaciones u otras empresas. Por ejemplo un corralón que vende materiales a una empresa de construcción o un mayorista de insumos de oficina.
Empresa al consumidor (Business to Consumer, o B2C)
Se trata de cualquier empresa que le ofrece sus productos al consumidor minorista. Este es el modelo más habitual y lo podemos encontrar en un supermercado, un local de electrodomésticos o en un espacio que vende ropa, entre muchos otros ejemplos.
Consumidor a empresa (Consumer to Business, o C2B)
Este modelo suele ser utilizado en páginas de trabajo freelance como Freelancer o Adtriboo, donde las personas postulan sus habilidades y las mismas empresas pujan por el mejor candidato o la mejor oferta de trabajo por hora.
Consumidor a consumidor (Consumer to Consumer, o C2C)
Es el modelo en el cual se especializa la web norteamericana eBay o la argentina Mercado Libre. En este caso son personas que ponen en venta artículos usados para que otras puedan comprarlos u ofertar un precio para obtenerlos.
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Dependiendo de este perfil comercial se puede plantear la estrategia de comunicación. Si bien algunas de las webs especializadas en eCommerce proveen herramientas de marketing por e-mail, la presencia en redes sociales como Facebook o Instagram puede ser fundamental a la hora de captar potenciales clientes y mostrar algunos de productos ofrecidos. Aprovechar el tráfico que circula por estos sitios y las posibilidades de promoción segmentada a partir de edad y país puede ayudar tanto a generar una imágen de marca como a mover tráfico a la página del producto.
El eCommerce no va a ser un reemplazo de los locales a la calle, pero es una alternativa para aquellas empresas que tienen que empezar con una inversión de capital más pequeñas o para las que buscan innovar y ofrecer nuevas opciones a sus clientes. Lo cierto es que este modelo de negocio ya es una realidad y, en muy poco tiempo, una obligación para captar al público.